�Locas de Amor� es uno de los programas con m�s �xito de este a�o. �Por qu� cre�s que a la gente le gusta tanto?
Por un lado me parece que la tem�tica es muy atractiva. Por otro lado, es un producto muy bien realizado, de much�sima calidad, tiene buena imagen, est� muy cuidado. Creo que en ese sentido es una propuesta que verdaderamente se destaca dentro de la programaci�n de la televisi�n de hoy. Pero por sobre todas las cosas me parece que en alg�n punto la gente se identifica con los personajes y las cosas que les pasan. M�s all� de sus particularidades, el programa habla de las relaciones humanas y eso siempre lo conecta a uno con su propia historia, con su propia experiencia, con sus relaciones afectivas, familiares, amorosas, etc.

�C�mo te preparaste para interpretar un personaje tan complejo?
Antes de empezar a grabar tuvimos reuniones con varios psiquiatras, despu�s cada una investig� bien todo lo relacionado con la patolog�a que le hab�a tocado y la problem�tica particular de su personaje. El resto tiene que ver m�s con ir transitando la historia y las distintas situaciones. Hubo un per�odo de adaptaci�n pero ahora los personajes ya est�n instalados en las tres, son como una especie de segunda piel, podemos pensar como pensar�an ellos, imaginar c�mo reaccionar�an, qu� cosas har�an o dir�an, etc.

�Cu�l cre�s que es el mayor desaf�o que presenta tu trabajo en �Matar el Pensamiento�?
Es una obra muy t�cnica, muy musical, una especie de mecanismo de relojer�a en el cual no s�lo yo, sino todos tienen que estar muy despiertos, muy precisos, y a la vez transitar las emociones y situaciones de la obra que son bastante duras. Es como una pieza de c�mara, representa un gran desaf�o t�cnico. Pero al mismo tiempo maneja mucho el humor, as� que hay una especie de ambivalencia que hay que ir manteniendo. Somos cinco int�rpretes, cada uno es una especie de instrumento y todos tienen que sonar afinados y ajustados para que la obra tome cuerpo, y en ese sentido cada funci�n es un desaf�o. Es decir, no te pod�s instalar como actor, no pod�s pensar: �hoy estoy cansado, mejor lo hago a media m�quina�, o �lo hago de taquito�. Ten�s que estar en todas las escenas bien atenta. A m� personalmente me resulta muy interesante hacerlo y sobretodo muy divertido.

Y en tu vida cotidiana, �en qu� momentos te dan ganas de �matar el pensamiento�?
�Casi todo el tiempo! (risas). No desde el punto de vista de las ideas, que es un buen aspecto del pensamiento, sino desde el lugar donde se convierte en una especie de acumulaci�n de palabras, de estr�s, donde uno finalmente est� totalmente desligado del �aqu� y ahora�, est� como encerrado en su propio mundo y especulando mentalmente, con lo que s�, con lo que no, con esto, con lo otro, con im�genes... Esas cosas que cuanto m�s estresada est�s, m�s te pasan. Antes de dormir es una especie de m�quina que no para. En ese sentido hay muchas situaciones en las cuales deseo poder estar un poco aparte de mi cabeza.

�Qu� proyectos ten�s para el a�o que viene?
En enero arranco junto a Julio Ch�vez y Juan Leyrado con Ella en mi cabeza, en el teatro La Plaza. Es la primera obra que escribe Oscar Mart�nez y que adem�s dirige. Es una especie de ensayo sobre la pareja y las relaciones amorosas, pero trabajado con mucho humor. Trata de un hombre que habla sobre la relaci�n con su mujer con un analista. La obra est� realmente muy bien y estoy muy entusiasmada con este proyecto.

�Te manej�s con Internet?
No soy de navegar �porque s�, la verdad es que no tengo mucho tiempo y menos a�n el h�bito. Pero uso much�simo el correo electr�nico y recurro siempre a Internet para cosas espec�ficas. Me resulta muy �til cuando tengo que viajar o buscar material de algo que estoy investigando.

Javier Lafuente