-¿Cómo empezaste en la locución?

-Me fui metiendo desde chico, cuando era oyente. Yo tenía una particularidad que acompañó mi infancia: a nosotros nos acostaban a dormir la siesta. Yo a los cinco años me tiraba en la cama con mi abuelo y él ponía Radio Colonia y escuchábamos el “Panorama Mundial de noticias”, que conducía Ariel Delgado. A partir de ahí pasé a ser un fanático de la radio.

-¿Cómo siguió ese fanatismo?

-De pibe escuchaba el “Fontana Show”. Y entonces tenemos que empezar a hablar de Cacho Fontana, quien marcó un hito en la radiofonía argentina, al punto de que, según mi opinión, hay un antes y un después de Cacho. Ese programa revolucionó el ambiente radial, porque fue el primero en incursionar en el tema de los móviles en vivo. Tenía de movileros a gente como Magdalena Ruiz Guiñazú, como guionistas estaban Cacho Vilar, Jorge Guinzburg y Abrevaya, todo el equipo de “La oral deportiva”, comandados en ese momento por José María Muñoz. Había marcado mucho en el oyente y le dio prestigio a radio Rivadavia, ubicándola en el tope de audiencia por mucho tiempo.

-¿Cómo fueron tus primeros trabajos?

- Yo era locutor suplente de “Rapidísimo”, con Héctor Larrea. Por suerte trabajé al lado de esos grandes del medio, y también de ahí viene un poco también mi pasión por la radio, por la comunicación, por la lectura, por formarme como comunicador social.

¿Qué es lo que te gusta de la radio?

-En la radio jugás mucho con la imaginación, es muy lindo escuchar las voces, cómo se dicen las cosas, cómo se relatan, cómo se describe una historia. Yo creo que la radio es como una cajita mágica que te envuelve y te atrapa.

-Naturalmente se dio a partir de la radio. Primero hacía cosas muy esporádicas en los canales de aire y luego, con el surgimiento del cable, llegué en 1993 a Crónica TV, luego de un casting. Todo eso empezó como un proyecto a corto plazo y luego fue creciendo a grandes pasos. En ese canal fueron siete años de mucho trabajo, de mucha fidelidad a lo que uno hacía.

-Eso te hizo más conocido...

-Es verdad. Crónica TV me dio mucha popularidad, porque es una señal muy vista. En esos siete años pasaron muchas cosas en el país, de las buenas y de las malas. Pero lo importante era estar ahí, en ese preciso momento.

¿Qué diferencias hay entre esa época y tu actualidad en “Intrusos”?

-Muchas. Hay una gran distancia entre los dos programas. Crónica TV es el canal de cable más visto y tiene una audiencia de 80 mil personas. En cambio “Intrusos” tiene mucha más penetración en la gente, porque es un canal abierto. Además somos el programa número uno en la franja horaria. Entonces acá te ven arriba de un millón de personas, lo cuál marca una diferencia muy grande con el cable. Semejante panorama no es cualquier cosa. Es otra historia, porque además es otro tipo de programa, que no me quita mucho tiempo de mi vida, lo hago con mucho gusto, me divierto.

¿Cómo es trabajar con Rial?

Bárbaro. Se aprende mucho. Además, en general, el grupo de trabajo es muy bueno, y eso es lo más importante.

¿Se divierten trabajando?

-Sí, mucho. Pero lo fundamental es que hay un respeto muy grande en el grupo, cada uno sabe qué papel cumple. El mío es un rol muy específico, que es el del locutor comercial, en cuanto a lo del concurso telefónico y locutor de títulos, que es algo similar a lo que hacía en Crónica TV con la lectura de las placas, donde vendemos los temas del día.

-¿En la radio cumplís un rol distinto?

-No sé si un rol distinto, pero tengo otro tipo de participación, un poco más periodística, porque participo de los reportajes a distintas personalidades políticas, aunque naturalmente siguiendo a Jorge Rial en su función de conductor. A veces bajo línea con los temas de actualidad, que son los que más me interesan, como ser el rumbo que va tomando el país, lo que hacen los dirigentes.

-¿Sabés algo de Internet?

-No, muy poco. Soy muy arcaico. En realidad es una vergüenza que no sepa algo más. Me fascina Internet, pero ni siquiera tengo computadora en mi casa. Me gusta lo que hacemos en la radio, que es leer en la web la página de los diarios o escuchar otras radios. Todo eso es muy divertido.

-¿Te parece importante?

Me parece que Internet es muy valioso en cuanto a la rapidez de la información que a uno le va llegando al momento desde las capitales del mundo. Es un canal importante para el aprendizaje, aunque a veces un poco nocivo porque hace que los chicos se queden como zombies frente a la pantalla. No quiero decir que los chicos no sepan manejar la computadora, y de hecho mi hijo la sabe usar, pero que sea con un fin útil. No me parece, por ejemplo, que un libro se pueda leer por Internet. Es algo totalmente distinto. Pero todo eso no quita que la computadora sea algo valioso y muy importante.


Claudio, queremos agradecerte por la nota.La gente de Hotel Horizonte te invita a conocer sus novedades con este voucher.

¡¡¡Muchas Gracias!!!

Luciano Dambrine