¿Empezaste las grabaciones de “Sin senos no hay Paraíso” para Italia?

-Si, “Senza tette niente Paradiso”. Arrancamos la semana pasada con el rodaje, que es increíble a nivel producción, escenografía, todo… Todo de primera calidad, estoy muy contenta.

¿La producción es italiana?
-Es una coproducción con Italia, una productora de allá y otra de acá. La parte de Casting estuvo a cargo de Noma Angelelli, que es una productora muy capaz, una de sus características es la de poder encontrar a los personajes quizá antes de que los productores y guionistas los hayan cerrado.

¿Por qué se hace acá, con actores argentinos?
-Hay actores italianos, los protagónicos son italianos. A mi me toca uno de los protagónicos de Argentina. Creo que debe ser por una cuestión de costos, me imagino que se hacer la misma producción en Europa, los sueldos y el costo de la producción serían mas pesados en Euros. Por suerte se puede hacer algo acá con la misma calidad que en Europa. Para nosotros es muy bueno, porque además, del contrato, es una experiencia diferente.

¿Cómo hacen cuando tienen que hacer un diálogo con actores italianos? En qué hablan?
-Es un tema, jeje!!! Tenemos que practicar las escenas cuando interactuamos con los italianos, inclusive Lola Ponce, que habla en italiano. Las voces se doblan todas, hasta la de ella, pero queda mucho mejor cuando la modulación es italiana. Tenemos que practicar, sobre todo si la escena es muy fuerte o rápida. Ayer, por ejemplo, hicimos una que era una especie de ping pong entre 5 actores y de repente decía “Ok, ya dijo lo que le tocaba” y decía mi parte. De todas maneras, todo el guión está escrito en italiano y en español, y sirve para seguir la fonética.

Venís de un año en un espectáculo donde, además de actuar cantabas y bailabas. ¿Es más exigente un espectáculo así? Cómo lo sentiste?

Si, estuve con Umo Cabaret Mágico. Me sentí muy bien porque siempre estudié y me gustaron las tres cosas: actuar, canto y baile. También vi las tres cosas juntas estudiando Music Hall con Julio Bocca, además de lo que estudié en mi ciudad, Rafaela. Para mi fue buenísimo, porque pude empezar a trabajar de todo lo que estaba estudiando, que en Argentina es bastante difícil eso. Estuvimos un año entero con la obra, donde yo era la única mujer; con actores muy capacitados, con un manejo increíble del transformismo.

¿De qué trataba la obra?

Era un recorrido musical por la obra de las divas de la década del ´40 al ´60, con cuadros musicales hilados entre si por actos de magia y malabarismo. A mi me gustó mucho porque tenía que deformarme completamente: pasaba de ser una chica sexy a una nena, a una sirena deformada estilo clown, cantaba y como era la única que cantaba en vivo me tuve que cuidar muchísimo la voz. Estuvimos un año, entre calle Corrientes, una gira por el interior y Colombia y Perú, cerrando en fin de año en el Teatro Moliere.

¿Seguiste estudiando a pesar de estar en el espectáculo?
-Y a vos qué te parece?

Te pregunto porque me imagino que no te quedaba tiempo libre.

-Siempre me tomé estoy muy en serio y nunca pensé en dejar de estudiar. Salvo por una imposibilidad de salud, ni se me pasa por la cabeza: amo estudiar. Ahora el rodaje me está dejando tiempo por la noche, que es buenísimo y no lo tenía cuando hacía teatro. Ahora uso ese tiempo para componer y cerrar el tema del disco que, si Dios quiere, sale este año.

¿Componés todo vos?

-Si, estoy haciendo música y letra. Tengo que darle espacio a la musa, porque no viene sola.

¿Tenés una rutina para componer?

-Al principio me decía “De tres a seis, me siento y me pongo a componer” Pero me daba cuenta que salían cosas que no me gustaban como compositora. Después aprendí que lo mejor es tener un cuaderno y un mp3 encima todo el día, para escribir y grabar las cosas que de repente van surgiendo. Además, mientras más actividad tengo, me vienen más ideas, así que aprovecho. Cuando hicimos la gira por Colombia y Perú seguí componiendo, en los aeropuertos, me sirvió conocer gente distinta, todo.

¿Cómo es el tema de la producción del disco?

-Voy con mis cosas a Santiago Alvarado, que es el músico programador y le digo “Para esto me imaginé bajo, teclado, cuerdas y voz” y él me frena, me ayuda a organizarme en todo el trabajo. Porque de repente pienso en arreglos que a veces se me disparan para lugares que tienen que ser acomodados.

¿La grabación también es tuya?

-De eso no te puedo comentar nada, porque todavía no está cerrado. Pero si Dios quiere, va a ser con una discográfica importante.

¿Tenés el nombre?
-Si, como es el primero y para mí es volver a conectarme con la música, lo llamé “Pasando en limpio”

Sos estudiosa en serio.
-Es que cuando me veo en las actuaciones, me gusta tener la destreza exacta que yo pretendo y para eso hay que trabajar mucho.

Tenés un nivel de autoexigencia importante.
-Tengo un nivel de exigencia alto para con todo en la vida. Para conmigo, mi familia, mi trabajo, todo. Pero también lo disfruto muchísimo, entonces al final del día la balanza da positivo.

Y te ayuda a superarte…
- Y a superar las trabas. Cuando tenés trabas y sos demasiado exigente, la traba queda como una piedrita en el camino y la haces a un lado. Porque, como estás siempre tratando de trabajar para mejorar, te acostumbrás a superar los obstáculos que a veces vos mismo te ponés. Yo fui muy autoexigente desde chiquita, pero por esto que te digo, lo vivo como un don.

Chachi, queremos agradecerte por la nota. Sabemos que estás apurada por los ensayos, así que te queremos contar que la gente de Vinecol te obsequia este vino, la gente de Hotel Horizonte te invita a conocer sus novedades con este voucher.

¡¡¡Gracias!!!

Luciano Dambrine